El concurso de cante jondo Antonio Mairena quedó desierto

Varios años llevaban buena parte de los críticos y aficionados flamencos postulándose por dejar desierto el premio principal del concurso de Cante Flamenco Antonio Mairena si los aspirantes no alcanzaban un nivel cercano a la excelencia. El prestigio del certamen va en ello, y esta LIV Edición el verbo se ha hecho carne. Así lo ha considerado el jurado, compuesto por el cantaor Marcelo Souza, los eruditos Faustino Núñez, Ramón Soler y Antonio Barberán; y el directivo de la entidad mairenista Eulogio Mauri. Ninguno de los finalistas, seleccionados entre un conjunto de 95 participantes, reunió a su criterio el nivel óptimo para dignos merecedores del premio Antonio Mairena.

Y aunque deberán seguir intentándolo, tampoco hay que desmerecer la calidad exhibida por todos los concursantes de la noche. Diríase que llegar a la final ya es un grado para un certamen que aspira a la excelencia cantaora y a los cánones de pureza y oficio según el criterio del maestro de Los Alcores, uno de los más grandes. Pues a decir verdad, la noche no escapó a momentos de altura, lo que hizo que el resto de premios se concedieran con normalidad. Como ocurrió con el segundo, que recayó en la jerezana Sara Salado, artista de indiscutible carácter y compás jerezano, que derramó momentos antes de la entrega, actuando en octavo lugar con la guitarra de Manuel Herrera. Hizo una tena de cantes: bulerías por soleá, tangos y bulerías, con los que se hizo del favor de una buena parte del público, apoyada en el gracejo de un attrezzo que rememoraba la estética de grandes cantaoras de hace ya décadas.

En cuanto al tercer premio, se fue para el séptimo interviniente de la noche, el cordobés Domingo Herrerías. Herrerías hizo malagueñas, peteneras, y unas tarantas de Linares llenas de jondura y no escasas de impronta personal. Estuvo acompañado por la guitarra de Antonio Carrión. Finalmente, recayó sobre el también cordobés José Muñoz ‘El Toto’ el premio joven en disputa. El chaval arrancó grandes aplausos del público. Actuó justo antes de su paisano, y tuvo una interpretación sentida y salpicada de matices propios, por soleares y alegrías. A  la sonanta, Manolito Herrera.

Y aunque no obtuvieron laureles por esta vez, cabe resaltar también el buen nivel del resto de concursantes. Empezando por una morisca: ‘La Yiya’, que tuvo el arrojo de participar por dos modalidades, la joven y premio Calixto Sánchez (2º), con la guitarra de Niño Carrión y una sucesión de palos resueltos con buena mano, e incluso cotas de maestría: tangos, cantiñas, bulerías, soleares, seguiriyas y martinete. Merece también mención aparte la perfecta intervención de un cada día mejor Jesús León (‘de casta le viene al galgo’), único concursante local, que demostró tener ya peña de admiradores según se oyó en el patio de butacas. Hizo su alarde en compañía de las cuerdas de Antonio Carrión, enfilando por un sendero de tientos, soleares y seguiriyas.

Otro participante de resonancias mairenistas fue el cañaílla Jesús Castilla, entrega y jondura abriendo la noche, con tonás, seguiriyas y soleares; y acompañamiento propio a cargo del tocaor Ismael Heredia. Para concluir el palmarés a examen en la persona de Fina Colmenero, una joven de Torredelcampo que abría brecha en el orden de apariciones, optando a esa misma categoría con seguiriyas y soleá de Granada. La asistía el toque de Manolito Herrera. Misma guitarra para la ejecución de otro cantaor amateur, Caracolillo de Paterna, de Paterna de la Rivera, interpretando granaínas, malagueñas y tarantas.

Al arranque del certamen en primera fila, así como en la recepción, pudo verse entre los presentes al triunfador de la edición 2014 del Concurso de Cante Jondo Antonio Mairena, Rubio de Pruna, que estará en cartel de la noche grande de los profesionales en el mismo Auditorio de la Casa Palacio. Siendo además aliciente de la noche la apreciada intervención de la bailaora habanero-mairenera Sandra Bara, que con su cuadro flamenco en la más pura vanguardia, e imbuida del flamenco cada día más a pesar de su origen cubano, hizo las delicias de un público que en buena parte la descubría allí mismo y en ese momento. Con ella se esperó el preceptivo veredicto del jurado.

Calixto Sánchez recibió su premio 50 años después

Momentos antes del descanso, el calor de las emociones se encendió en el homenaje dedicado al maestro Calixto Sánchez, que sirvió de paso para templar los cuerpos castigados por el frío, junto a la copa de rigor posterior. Hace 50 años que el artista mairenero se hacía con el primer premio del certamen con unas formidables malagueñas. Y hoy, cuando el segundo premio del concurso lleva su nombre y una sustanciosa dotación económica, y cuando él es una autoridad indiscutible del cante, la pedagogía y la investigación flamenca, el mismo concurso de la Casa del Arte Flamenco refrenda no sólo aquel premio de hace medio siglo, sino su dilatada trayectoria otorgándole el galardón que a él remite. Y que consiste en un medallón enmarcado, obra de Jesús Gavira, presente en el acto, y motivo de bromas para un Calixto inspirado en la palabra y los gestos, que jugó con los sentimientos con su habitual simpatía y sentido del humor. En un discurso por momentos regado de lágrimas brotadas del sentimiento íntimo, del cariño y la gratitud, que contagió a no pocos de los presentes. Recibió de igual modo un cuadro de manos de sus hermanos Andrea y José, reproduciendo las fotos de aquella noche triunfal que marcó el inicio de su carrera. Todo entre anécdotas y revelaciones curiosas, como el hecho de su profanidad artística cuando de embarcó en la aventura del flamenco. Y así, explicó su arte, recibió los parabienes del alcalde Ricardo Sánchez, la concejala de Cultura Gloria Guillén, el sobrino del maestro Antonio Cruz Madroñal, de su familia, o del presidente de la peña, Manuel Ríos, que le leyó la misiva remitida para la ocasión por la peña El Taranto de Almería, de fuertes vínculos calixtinos. Todo lo cual sólo sería el preludio de una noche de abrazos, besos y agasajos, ya fuera del escenario, dedicados a un cantaor mairenero del que su pueblo puede, debe y tiene que sentirse orgulloso. Motivos no le faltan, y una prueba más es el inicio de recogida de firmas que sobre las tablas se anunció para dar su nombre al teatro municipal del pueblo.

Reportaje fotográfico (Antonio Bautista Vallejo).

Cante-Ana María Ramírez _La Yiya_
Cante: Ana María Ramírez, «La Yiya». Guitarra: Niño Carrión. Foto: A. Bautista.
Cante-Calixto & busto Antonio Mairena
Calixto Sánchez junto al busto de Antonio Mairena. Foto: A. Bautista.
Cante-Calixto recibe homenaje
Calixto Sánchez recibe homenaje. Le acompañan su familia, amigos y representantes del Ayuntamiento y Casa del Arte Flamenco. Foto: A. Bautista.
Cante-Calixto se despide
Calixto Sánchez se despide. Foto: A. Bautista.
Cante-Calixto visíblemente emocionado
Calixto Sánchez visíblemente emocionado. Foto: A. Bautista.
Cante-Calixto y Antonio Cruz
Antonio Cruz y Calixto Sánchez. Foto: A. Bautista.
Calixto Sánchez y Rubito de Pruna. Foto: A. Bautista.
Cante-Calixto
Calixto Sánchez. Foto: A. Bautista.
Cante-Domingo Herrerías Pozo
Domingo Herrerías Pozo. Foto: A. Bautista.
Cante-Jesús León Márquez y Antonio Carrión
Cante: Jesús León Márquez. Guitarra: Antonio Carrión. Foto: A. Bautista.
Cante-José Muñoz Espinar (El Toto)
José Muñoz Espinar (El Toto). Foto: A. Bautista.
Manuel Jiménez Ríos y Rubito de Pruna. Foto: A. Bautista.
Cante-Regalo de sus hermanos (Calixto con 18 años)
Regalo de los hermanos de Calixto (Calixto con 18 años). Foto: A. Bautista.
Cante-Sandra Bara al baile
Sandra Bara al baile. Foto: A. Bautista.
Cante-Sara Salado Palomo (premio Casa del Arte Flamenco)
Sara Salado Palomo (premio Casa del Arte Flamenco). Foto: A. Bautista.
Cante-Sara Salado Palomo
Sara Salado Palomo. Foto: A. Bautista.

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