Control del picudo rojo en el Castillo de Mairena

El picudo rojo es un insecto de origen tropical que empieza a afectar a las palmeras de Mairena del alcor durante el verano de 2010, aunque es en este año 2013 cuando la plaga se ha extendido, pudiéndose observar numerosos pies afectados y un gran número de adultos en las épocas de vuelo. El Ayuntamiento ha seguido las indicaciones del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA) para llevar a cabo las labores preventivas y curativas en los pies afectados.

En el Castillo se encuentran algunas de las palmeras más emblemáticas de la localidad,  por lo que desde el año pasado se aplica un tratamiento preventivo específico continuo. Sin embargo, se ha observado durante el periodo de vuelo de este otoño un porcentaje muy alto de adultos en la zona ajardinada, siendo a raíz de las labores anuales de mantenimiento cuando se constata la afección de al menos 2 de los 10 ejemplares existentes.

El protocolo de actuación establecido en este caso ha pasado por la poda de limpieza, el tratamiento químico de choque, la colocación de piquetas para la aplicación sistémica de insecticida y el tratamiento integrado con insecticidas y nematodos mediante bañado.

En el ejemplar más afectado se ha procedido a la realización de una cirugía o saneamiento mecánico para eliminar formas vivas de la plaga y los daños secundarios provocados, como la podredumbre de tejidos anexos a las galerías. Se ha observado que la yema apical se encuentra parcialmente afectada, pero conserva parte del tejido en buenas condiciones, por lo que se va a proceder a su mantenimiento con control químico.

Actualmente, la dispersión de la plaga hace que sea imposible llevar a cabo su erradicación, lo que obliga a convivir con la misma y a mantener una lucha constante a lo largo de los próximos años.

El picudo rojo de la palmera, Rhynchophorus ferrugineus (Olivier, 1970) es un coleóptero de origen tropical, originario del sudeste asiático y Oceanía. En España se detectó por primera vez en 1994 sobre palmeras localizadas en Almuñécar, Granada.

Los daños originados por este insecto son los producidos por las larvas al alimentarse en el interior de la palmera. La palmera canaria (Phoenix canariensis) es la especie más atacada. Los síntomas visibles en las palmeras afectadas no aparecen hasta pasados varios meses de la colonización, y se caracteriza por la presencia de orificios y galerías en la corona y en las hojas, y en los casos más avanzados, por el desprendimiento total del penacho.