Flamenco y Radio, mucho más que una historia de amor centenaria

Ildefonso Vergara plasma en «Cien años de Flamenco y Radio» la relación entre el popular medio de comunicación y este arte, escrutando la ingente cantidad de programas temáticos que a su manera contribuyeron al fomento del flamenco, incluyendo la cobertura desde la radio mairenera

 

La radio, además de ser un popular medio de comunicación puede presumir de vetaranía. Más que centenario, en materia de flamenco le adorna también el mérito de haber dado cabida al arte flamenco desde sus orígenes. Así, ya desde sus pioneras emisiones en aquellas estaciones radiodifusoras, a pesar de las pocas horas de emisión diarias con que nacían, el flamenco estuvo presente en sus ondas. Desde las actuaciones en directo en los estudios, tan populares entonces, como luego más tarde adaptándose a los cambios habidos en el medio con el devenir del tiempo, hasta llegar a nuestros días, donde el peso se ha reducido notablemente.

De todo ello nos habla Ildefonso Vergara en su obra «Cien años de Flamenco y Radio» (Universidad de Sevilla-Colección Flamenco), donde compendia en sus más de mil páginas (1.076) todos y cada uno de los programas que desde las ondas se emplearon en la difusión del arte flamenco, miiltiplicados exponencialmente a partir del boom de la Frecuencia Modulada, momento de esplendor en el que a pesar de la ingente cantidad de emisoras, rara era la que privaba a su audiencia de su propio programa de flamenco, a menudo con escasos medios.

Aquel boom constituyó un paso más dando continuidad a la labor emprendida por las radios en onda media que precedieron, creando afición y dispensando pedagogía, hasta el punto de que no fueron pocos los aficionados que tras beber de las fuentes del flamenco brotado de las ondas hertzianas, más tarde acabarían haciendo carrera profesional en el flamenco, y particularmente en el cante.

Ildefonso Vegara, que es hombre de radio también, vinculado a Radio Sevilla (SER) desde hace años, bien conoce el paño, pues no en vano desde la pionera emisora sevillana y andaluza marcó un hito aquella «Tertulia Flamenca» que capitaneaba el propio Antonio Mairena los miércoles por la tarde, congregando unas audiencias que sobrepasaban los 200.000 oyentes. Unas emisiones y programas que llegaron así al punto álgido coincidiendo con el declive de la época de la ópera flamenca, y precisamente cuando artistas como Antonio Mairena se afanaban en volver a llevar al flamenco a sus cánones más iniciáticos, o como lo llamaron otros «purista» u ortodoxos.

Aunque con ser el vértice de este tipo de programas, en modo alguno podría afirmarse que desarrollaba su labor en solitario, ya que el fenómeno era tan extenso, y marcando tal nivel de calidad, que éste se extendía no sólo a las ondas medias de Andalucía sino que el fenómeno alcanzaba una órbita nacional. De modo que las tertulias de Antonio Mairena, que marcaban la tendencia del arte en los años setenta del siglo pasado, convivía con no pocos programas diarios en emisoras de Jerez con Juan de la Plata o con Juan Bustos en Granada.

Y desde luego en Sevilla, Radio Vida (hoy Cope) tenía su «Ser del Sur» con Paco Herrera, como la La Voz del Guadalquivir daba cobijo a aquel «Con Sabor Andaluz» de Miguel Acal, al tiempo que José Luis Montoya hacía lo propio desde las ondas de Radio Nacional de España. Sirvan éstos sólo como botón de muestra, porque la relación es inmensa.

Mucho ha corrido el tiempo y cambiado la comunicación, de tal modo que hoy el fenómeno es mucho más restringido, si bien el flamenco sigue estando presente a duras penas en la radio y televisión, salvo honrosas excepciones casi siempre vinculadas a medios de comunicación públicos como la RTVE y sus programas en Radio 3 o Radio Clásica con José María Velázquez Gaztelu. O la emisora monotemática Canal Flamenco Radio de Canal Sur (RTVA), que en cierto modo ha sido el desarrollo o ampliación de la fórmula Radiocadena Flamenca nacida en Sevilla en la década de los ochenta del siglo XX, de breve duración.

De todo ello, y al detalle,  nos habla Ildefonso en este volumen al que ha dedicado ingente cantidad de horas y medios, recurriendo bastante a menudo a las propias fuentes, prensa, archivos, e incluso a oyentes y aficionados para hacer acopio de toda esta interesante información, en una obra pionera en la temática, que nació a partir de una tesis univesitaria del autor, y que ha ido creciendo con el paso del tiempo alcanzando la dimensión de un vademecum.

Además, el autor valora muy positivamente el hecho de que el tomo se haya publicado en la Colección Flamenca de la Universidad de Sevilla, ya que de este modo la obra queda hermanada con no pocos volúmenes sobre el tema junto a firmas muy solventes.

 

Mairena y el flamenco en su radio

Ildefonso Vergara tiene mucho que ver con las brillantes veladas flamencas de Radiolé en Mairena del Alcor, que cada año se citan con el público y el flamenco en el Teatro Calixto Sánchez, con no poco éxito. Una colaboración que pretende mantener la cadena dada la buena relación con el Ayuntamiento de la localidad.

Pero más allá de esa dimensión externa del flamenco y la radio en el pueblo, Mairena puede también presumir de haber contado casi ininterrumpidamente con cobertura flamenca desde la radio, sobre todo de su flamenco propio. Siendo así que desde los inicios de la radio a través de Radio Madrugada ya las ondas locales emitían sus programas abordando este arte. Nombres como los José Antúnez, Manuel Mauri o Antonio Cruz se encargaron de prender esta llama, que más tarde continuaría ardiendo con Pedro Madroñal en «Trabilitrán», «Yerbagüena» de Alejandro Medina, y actualmente «Melismas, acordes y zapateo» de Chema Cejudo, que siendo el más longevo se anota ya 35o audiciones emitidas junto a Radio Alcores, y la primera hora del mismo además por la Onda Local de Andalucía.

Un último factor a considerar es la presencia ininterrumpida de la radio mairenera en los festivales flamencos desde su nacimiento, y a pesar de las vicisitudes acaecidas, como su cambio de titularidad y nombre por el de Radio Mairena, o los cierres y reaperturas de los primeros años, que tanto interfirieron en la continuidad del medio. Siendo, en todo caso, una puesta que todo hace pensar que va a proseguir.

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