Varapalo a PP e IU en Andalucía
Escrutado prácticamente el 100% de los votos a las Elecciones al Parlamento de Andalucía 2015, muchos pueden ser los análisis, aquí van algunos de ellos.
PP e IU parecen ser los dos grandes derrotados de estas elecciones que se presentaban como laboratorio para medir la irrupción de las fuerzas políticas emergentes. Una de éstas, Podemos, alcanza una cifra record de votos que vienen a igualar aquello que algunas encuestas afirmaban antes de las elecciones.
En el primer caso podría pensarse en un voto de castigo, en todo caso, más aplicable al Partido que gobierna España, PP, cosa que, por otro lado, tendrá que leerse con prudencia pues no ha sido nada fácil gobernar un país que estaba prácticamente en la bancarrota. Por tanto, castigo tal vez inmerecido, pues son muchas las labores de un gobierno en un país en situación de grave crisis. Pese a ello, la pérdida de votos ha sido abultada, más de medio millón, lo que representa prácticamente un tercio de los votantes en las pasadas elecciones. Ciudadanos (C’s), que se sitúa como cuarta fuerza en el Parlamento, puede haber acogido miles de esos votos que fueron a manos populares en las pasadas elecciones.
En el caso de la posible interpretación de voto de castigo a IU, es lo cierto que esta formación ha gobernado en Andalucía en un tandem con el partido nuevamente ganador, PSOE, coalición de la que parece haber sacado tajado sólo el Partido Socialista. Izquierda Unida, luego de gobernar en Andalucía, ha perdido la notable cifra de 164.567 votos, es decir, aproximadamente un tercio de sus votos.
El Partido Socialista ha ganado las elecciones, baja en su porcentaje, es decir, pierde 119.000 votos aproximadamente, pero mantiene sus 47 diputados. Si puede entenderse la hipótesis de que hay un voto de castigo a PP por cuanto gobierna y quienes no gustaban de su labor han ejercido el derecho a rechazar sus políticas, no parece ocurrir lo mismo con el Partido Socialista quienes, a pesar de gobernar y cientos de páginas de prensa y miles de folios de procesos abiertos en los Juzgados, ninguno de éstos parecen haber hecho mella a esta formación. Susana Díaz se siente legitimada para gobernar, pero tiene delante de sí el más complicado panorama que podía imaginarse: exsocios de gobierno debilitados, el principal partido de la oposición en una situación complicada, y nuevas fuerzas para representar los intereses de nuevos votantes, en un Parlamento que aumenta de color, intensidad y, muy probablemente, complejidad para su dirección. Susana Díaz no lo tiene nada fácil.
De Podemos por el momento puede decirse poco, se trata de una formación neófita que no ha tenido la oportunidad de estrenarse. Ahora llega su momento y lo hace con fuerza. Las incógnitas son totales, si bien poco a poco se irán despejando. Lo que sí es claro es que su irrupción ha impactado fuertemente en la visión más tradicional de la política y un nuevo trozo de la «tarta» que representa el Parlamento Andaluz ahora les corresponde a ellos. Los votos de Podemos muy probablemente provienen de IU y en menor medida de otras formaciones como PSOE.
La situación en Mairena deja la cosa bastante clara: el PSOE gana por casi el doble de los votos al segundo en la lista, el Partido Popular. Podemos se sitúa como tercera fuerza más votada con la mitad de votos que el PP. Casi 900 votos van a parar a Ciudadanos que, de esta forma, se coloca por delante de IU y PA. Los colores se amplían y tendencia o no, habrá que seguir haciendo lecturas de estos nuevos «comportamientos electorales» para comprobar si son maduros o pasajeros.
El laboratorio para más y más elecciones a nivel nacional y local no ha hecho más que empezar. La amplitud de los colores en el parlamento, reflejo de la diversidad de votos que los ciudadanos han otorgado, distribuye el poder de manera compleja y, posiblemente, complicada. No sabemos si es una transición a un nuevo modelo político; entre las hipótesis cabe que sea, igualmente, la una ola que una vez arriba terminará cayendo a su cauce normal, es posible que, entonces, y luego de veleidades, la experiencia de aquellos que tienen algo serio que decir vuelva a ser una realidad en la política local, regional y nacional.