La crisis del Covid-19 provoca una caída del 4,3% de la economía andaluza en el primer trimestre
La economía andaluza ha acusado el fuerte impacto de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, experimentando en el primer trimestre un ajuste del -4,3% respecto al mismo periodo del año anterior según informa la Junta de Andalucía, dos décimas inferiores al comportamiento del conjunto de la economía española, que fue del -4,1%. Estas son primeras estimaciones avanzadas por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA). Se trata de la mayor caída trimestral registrada en la serie histórica aportada por el IECA, ya que hasta ahora, el descenso trimestral más acusado del PIB fue el producido en el segundo trimestre de 2009, cuando el retroceso fue del 4,2%. Ese ejercicio cerró con un decrecimiento del 4%.
En términos intertrimestrales, es decir en comparación con el último trimestre del pasado ejercicio, el crecimiento del PIB regional en el primer trimestre ha sido del -5,4%, dos décimas inferiores a la registrada para el total de España en el mismo periodo (-5,2%).
Este avance realizado por el IECA es el primer dato real del PIB del que se dispone en Andalucía al incorporar toda la información disponible de acuerdo con diversos indicadores desde que se iniciara la crisis. Hasta mediados de marzo de este año, la economía andaluza presentaba signos de moderación, estimándose un crecimiento del PIB algo inferior al del año 2019, en torno al 1,5%, pero en cualquier caso superior al del conjunto de la Zona Euro. Ese ritmo de avance hubiera permitido rebajar la tasa de paro regional del 20% y proseguir con la creación de empleo, hasta situarse la población ocupada próxima a los 3,2 millones de personas.
Tomando como referencia todo el año 2019, la economía andaluza cerró el ejercicio con un crecimiento del 2,1%, una décima por encima de la tasa registrada a nivel nacional (2%) y nueve décimas superiores al índice de la Eurozona (1,2%). Ese balance ponía de manifiesto que el PIB regional mantenía un dinamismo superior respecto de las economías española y europea. Desglosado por trimestres, el cuarto trimestre del pasado año la economía andaluza arrojó un saldo positivo del 1,9%, en el tercer trimestre ese porcentaje se situó en el 2%, en el segundo trimestre el índice fue del 2,2% y en el primer trimestre, del 2,5%.
Pero este escenario ha sido corregido por las circunstancias extraordinarias asociadas a la pandemia, que han provocado una paralización de gran parte de las economías mundiales.
En el caso de Andalucía, como en el resto del conjunto nacional, esa contracción ha estado motivada por la suspensión generalizada de la actividad productiva debido al estado de alarma decretado el pasado 14 de marzo. Las actividades industriales en la región han tenido una peor evolución con respecto al conjunto nacional, lo que ya se venía reflejando en los dos primeros meses del año a través del Índice de Producción Industrial de Andalucía (IPIAN). Ese mal comportamiento se venía arrastrando ya en los meses previos por la aportación negativa del sector agroalimentario debido a la escasa producción de aceite de oliva durante la campaña 2019.
No obstante, ese retroceso de la industria andaluza se ha visto compensado en parte por un comportamiento menos negativo de las ramas de servicios en su conjunto. De acuerdo con las cifras publicadas hasta el segundo mes del primer trimestre en los indicadores más relevantes del sector, se observa una mejor evolución de estos que en el conjunto nacional, en línea con lo que ya se apuntaba en el último trimestre de 2019.