Curando heridas, llevando esperanza

Se trataba de confraternizar, que los voluntarios de Cáritas de El Viso y Mairena, que tan cerca desarrollan su labor, tuvieran oportunidad de conocerse mejor. Y lo han hecho con un retiro en la Capilla María Inmaculada de La Barriada este sábado, que ha girado en torno al lema de Cáritas: «Curando heridas, llevando esperanza».

Gestos, comentarios y reflexiones los traídos a este encuentro, que han servido para inspirar a unos voluntarios que deben interiorizar el papel del buen samaritano. Más en tiempos en los que la acuciante necesidad hace intensificar la respuesta. Sin limitaciones es como debe sentarse junto a aquel que pide ser escuchado, que le sea devuelta la dignidad. Compadecerse y acercarse dejando a un lado quehaceres, prisas, cansancio, prejuicios y, en definitiva, evitando errores que, después de todo, nos hacen humanos. Ardua tarea, pues, la de los voluntarios de Cáritas.

Y para reforzar la motivación y los lazos entre el grupo (y entre grupos), su presidente, Antonio Rodríguez Babío (ayudado por los propios voluntarios) propone encuentros como este que, como es habitual, terminó con una misa íntima y muy participativa. Como toda confraternización que se precie, voluntarios maireneros y visueños compartieron luego mesa con variadas viandas. Una jornada para recargar pilas: las de la misericordia, las del amor al prójimo.