Antonio Ortega «Hijo»: «Mairena tiene un caudal de cante y cantaores inagotable»
Artista desde la cuna. Viendo a su padre cantar y aprendiendo de él, lo acompañaba a los concursos desde pequeño. Ya con 12 años ganó su primer premio y desde entonces no ha parado. No fue hasta los 23 años cuando Antonio Ortega “hijo” empezó a dedicarse de forma más profesional al cante. Corría el año 99 cuando tomó esa decisión. Su palmarés de premios es extenso, cuenta con más de 60 primeros premios y muchos más de segundos y terceros. El último premio lo ganó hace poco el XXV Concurso Nacional de Cante Flamenco Arrierito de Colmenar, Málaga.
P: ¿Antonio, el cante ha sido algo impuesto en tu casa?
“Hombre si no te gusta, por mucho que lo veas en tu casa, hay poco que hacer. Mis hermanos no han salido cantaores, no les gusta. Yo he tenido en casa la vivencia de mi padre, pero es que además siempre me ha gustado mucho”.
P: ¿Te ha resultado fácil en tu carrera ser “hijo de”?
“Esa pregunta es complicada. En los principios, para empezar está bien, porque te van conociendo. Pero luego llegan las comparaciones, y ahí ya, o sobresales o no llegas. Esto va por gustos, a unos les gustas y a otros no. Y las comparaciones con tu padre son inevitables.
La verdad es que no sé si me ha perjudicado o me ha beneficiado. Yo creo que no, porque esto es un asunto claro, o cantas bien o no cantas bien. No hay más que decir. Eso lo dice el público, la gente. Nunca me han dado nada regalado, al revés, me ha costado todo muchísimo trabajo.
Presentarse a un concurso, es como un examen, te tienes que preparar los distintos cantes. Porque los cantes tienen unos matices y tienes que ensayarlo muchas veces para conseguir eso.
Con este último premio me preparé horas y horas. Toda la noche con los auriculares puestos. Porque hay que hacerlo como ellos quieren, y no es tan fácil, porque tú no tienes ni la voz ni las condiciones de ese cantaor. Le tienes que ir buscando la fórmula”.
P: ¿Cómo se gana en un año 5 primeros premios?
“Estudiando mucho, escuchando mucho cante y cuidándote mucho. Porque esto no es un botón que le das y sale el tío cantando. Detrás de una actuación de cante hay mucho trabajo, muchas horas de ensayar con el guitarrista, de escuchar, estudiar, no beber nada frio, no fumar”.
P: ¿En los recitales te permites ser más personal en los cantes?
“Por supuesto, ahí ya no estás expuesto a la valoración de un jurado y la cosa varía totalmente. Un concurso y un festival es algo totalmente diferente. El trabajo es el mismo, la preparación y el estudio es el mismo, pero tu estas más liberado. Todo el mundo tiene unos cantes más fuertes que otros, entonces, puedes irte a los palos más fuertes”.
P: Cuáles son tus palos del flamenco con los que te encuentras más a gusto?
“A mí me gusta cantar por seguirilla y por soleá, más que por otra cosa. Por alegría también me encuentro muy a gusto. Tengo varios, pero esos son los más”.
Antonio ha cantado por toda la geografía española y también en Francia. Reconoce que tuvo propuestas para ir más lejos, pero que ese no era su deseo. Ha estado compartiendo su tiempo entre el cante y otros trabajos.
“Si hubiera querido, pudiera haberme dedicado sólo al cante. Porque económicamente, el cante me ha dado para vivir, lo que pasa es que yo he ampliado mi trabajo. Es una satisfacción que el cante te dé para vivir, porque es un mundo duro”.
P: ¿Por qué es más difícil ahora?
“Es muy difícil porque hay muchos cantaores y hay cada vez menos festivales. Sobre todo, aquí en Andalucía la cultura no se apoya tanto como antes. Fuera de Andalucía se apoya más y es complicado. Yo no me puedo quejar porque a final de año me salen los números”.
P: Te consideras un cantaor de concursos?
“No, me considero un cantaor y ya está. Me da igual cantar en un concurso que cantar en un festival. Tengo que cantar donde esté el cante. Si hubiera festivales todas las semanas, entonces no iría a un concurso. Pero desgraciadamente, eso no lo hay. Ni los grandes de primera fila tienen festivales todas las semanas. Esto es una cosa que tienes que cantar si no cantas, pierdes el sitio, porque ya no te encuentras cómodo encima del escenario. Yo canto donde haya que cantar, menos en la feria, que hay mucho ruido. La feria es para la sevillana”.
P: De todos los concursos, festivales y recitales a los que te has presentado, ¿con cuál te quedas?
“No te sabría decir, porque la verdad es que en los concursos he vivido momentos muy bonitos. Tengo el premio Nacional de Córdoba Antonio Mairena en el año 2007, tengo el Premio por Alegrías de Cádiz, tengo el Premio por Peteneras, la Silla de Oro de Leganés. Son todos concursos que muchos aficionados sueñan algún día, sólo con coger un premio. Imagínate que yo los he conseguido todos, así que quedarme con alguno de ellos es difícil”.
P: Este año, ¿cómo es que no te han llamado para el festival de aquí?
“Bueno, pues porque aquí somos ya muchos cantaores y vamos rotando. Un año le toca a uno y otro a otro. Yo ese día tengo precisamente el Festival de Ubrique”.
P: En 2001 ganaste el premio de Antonio Mairena, ¿ese premio fuera está valorado?
“Mairena hace 30-40 años, el que ganaba aquí, era un cantaor de primera fila. Hoy hay mucha gente que ha ganado en Mairena y no son cantaores. Algo está fallando. El concurso de Mairena, yo creo que se han dado premios que no se tenían que haber dado. No sólo pasa eso en Mairena, en el resto de concursos pasan también esas cosas. Así los concursos pierden prestigio”.
P: ¿Qué le falta a Mairena?
“Pues Mairena tiene un caudal de cante y cantaores inagotable. Lo que sí creo que faltaría es un centro del flamenco, una casa del flamenco que los visitantes pudieran visitar. En Mairena ha nacido el cantaor más grande de todos los tiempos y eso no sabemos aprovecharlo, no sabemos sacarle todo el partido”.
P: ¿Por qué crees que pasa esto?
“Yo creo que es una falta de compenetración entre la peña, los cantaores, las autoridades, nos metemos todos. Todos deberíamos ser una piña y hacer algo por el flamenco en Mairena porque es una pena que no se le saque partido a una cosa que tenemos tan importante aquí.
Estoy seguro de que no hay un pueblo como Mairena donde hay tantos premios de cante como los hay aquí. En Mairena hay todos los premios de cante que existe, y por duplicado. Se podría hacer un museo precioso, porque los trofeos son dignos de ver. En fin, yo digo que hay mucho patrimonio, para no tener nada. Aunque, por lo visto se están moviendo en ese aspecto”.
P: ¿Hay competencia entre los cantaores?
«Hay competencia pero es una competencia sana. En todos los concursos que vayas, hay uno o dos de Mairena. Nos ven por ahí los cantaores de otros pueblos y se echan a temblar. Yo me llevo muy bien con todos mis compañeros, de verdad de corazón. No tengo problemas con nadie. Además, todos son buenos cantaores, en Mairena hay una rama de cantaores grande y buena».
P: ¿Cómo mejorarías el concurso de Mairena?
«En primer lugar, pone en las bases que todos deben presentar una cinta y eso echa para atrás a muchos aficionados. Habría que poner que se requerirá una cinta en el caso de que la organización lo necesite. En segundo lugar, parece que eso lo han subsanado ahora, el aficionado si se apunta a dos grupos, tenía que venir dos días diferentes.
En tercer lugar, la edad. No habría de haber límite de edad para participar. El concurso de Mairena quizá esté puesto hasta los 55 años, no lo recuerdo bien. Pero conozco a grandes cantaores de más de 60 años y que no se pueden presentar en Mairena. Además, en la mayoría de concursos ponen que no te puedes presentar si ganas en 4-5 años. Pero en Mairena todo el que ha ganado, ya no pueden venir. Así el nivel cada vez es más bajo».