La derrota del PSOE antes de comenzar las elecciones
Editorial
Las tribulaciones propias de la política las vive el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, de manera particular estos días que corren. Las rebeliones federadas en algunos territorios de lo que queda de España hacen patente el pulso descentralizado a un Partido que cada día tiene menos de Obrero y de Español, sobre todo de esto último.
El PSOE, luego de entregar el poder a partidos que no ganaron las elecciones en la última convocatoria local, caso ejemplar y paradigmático es la capital de «España» (Estado Español), no ha percibido las orejas envenenadas de ningún lobo. Hoy, esos gobiernos hacen carrera invitando a entrar en el gobierno de una gran coalición pro-contra el Partido Popular, todos contra éste, en una suerte de alianza perdedora en las urnas por separado, pretendida ganadora en la estrategia, lugar donde Podemos no deja de ejercer de directora de orquesta y encantadora de serpientes, en un arco político que más bien parece una pista de coches locos, en donde es difícil adivinar los movimientos de todos.
Mientras, los que debían ejercer el liderazgo del Partido Socialista son puestos a prueba de manera contundente en estos días aciagos; Pedro Sánchez en Ferraz, sede que se ha convertido en un polvorín donde tal vez se cuentan los días hasta la solución final –quisieran los de Pablo Iglesias que fuera el momento en que PSOE se transustancia en Podemos, acabando la historia de un Partido Socialista que una vez fue socialdemócrata, pero que hoy busca su rumbo…-; y Susana Díaz en su Virreinato Andaluz, instalada en el quiero y no puedo, me gustaría pero no sé…
No dejemos de observar la margen izquerda de la política «española», nos quedan que ver acontecimientos, como mínimo, muy interesantes.