Añoranzas

Añoranzas, se añora. A veces lo que ya pasó. Otras lo que deseamos que ocurra, o queremos tener. Estamos metidos, envueltos en añoranzas, en sueños. Lo que hubiéramos querido, y no pudo ser. Lo que fue y recordamos con ilusión.

Cuando escribo es once de Marzo. Y la imagen del Cristo de la Cárcel estará ya en su paso, en su capilla, para que esta noche se le cante el “Santo Dios”, y recorra las calles camino de la parroquia. Y como cada año, los mayores “delconchel” estarán a estas horas en su capilla ofreciéndole su oración y su ramo de flores.

Añoramos lo que hubiéramos querido y no pudo ser, lo que fue y recordamos con ilusión

Añoro poder estar con ellos, como en años anteriores. Y rezar. Y celebrar la Eucaristía antes de la procesión. Y en la añoranza me vienen tantos recuerdos de años anteriores. De personas queridas. El añorar es positivo.

La niñez viene a nuestra mente. Lo que queremos vivir también. Lo que se ha hecho, y lo que tal vez, se debería haber hecho. Añoro, sueño, recuerdo, la misa a la madrugada de D. Manuel Jiménez Sutil, que expresamente venía desde Villamartín para ello. Y los niños le escuchábamos y le “remedábamos” desde nuestro banquito. Siempre igual, más o menos. Y hay que añorar las velas encendidas que llenaban de cera los suelos. Y a los enfermos o muy mayores, que sacaban a las puertas, o ponían detrás de las ventanas. Y la música lúgubre en la procesión, o los “grillos”, que siguen acompañando.

Añoro, deseo, una libertad que decida eligiendo por el amor, el servicio, el espíritu constructivo

Cinco veces te contemplo por mi amor encarcelado…¿De qué cárcel?. De cualquier clase de droga, la del dinero, el sexo desbordado, el individualismo,…La falsa libertad, que esclaviza, y da frutos de muerte. Añoro, deseo, una libertad que decida eligiendo por el amor, el servicio, el espíritu constructivo.

Cada uno sabe lo que añora y por qué lo añora. Y si no lo sabe, hay que replantearlo. Una sociedad libre, lo es de criterios, de decisiones, de no espontaneidad ciega. Drogas de móviles, de modas, de apariencias, no deben ser añorables si no sirven a la persona.

¿Qué añoro? Del pasado, del futuro,… Si no añoras, quedarás en el vacío, en la nulidad. Y la apatía no pocas veces nos domina. No sé qué hacer… El añorar ilusiona, apetece, lleva a caminar.

Se ha dicho: “Dime con quien andas, y te diré quién eres”. Nosotros podemos decir: “Dime lo que añoras, y definirás tu vida”. ¿Es Mairena población de añoranzas?

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