Zapatero a tus zapatos
Por Vicente de los Ríos
La irresponsabilidad de gran parte de la ciudadanía, mayoritariamente los menores de 30 años, está consiguiendo que vuelva a sobrevolar sobre nuestras cabezas un nuevo confinamiento en casa, esa situación que acogimos con sorpresa e incertidumbre y que de seguir así, se convertirá en algo habitual, con la peligrosidad para la libertad de las personas que ello conlleva.
La Educación no está ajena a todo esto, pero con el agravante de que el “equipo” que la gestiona en Andalucía, tiene el mismo conocimiento de sus necesidades y funcionamiento, que yo de poner en órbita un satélite.
A menos de una semana de que los centros educativos cierren para sus más que merecidas vacaciones (este año más que nunca), nos encontramos con unas Instrucciones de 6 de julio, relativas a la organización de los centros docentes para el curso escolar 2020/2021, motivada por la crisis sanitaria del Covid19, 12 páginas perfectamente redactadas por malos, malísimos cargos políticos, que lo único que dejan claro, es que los centros se busquen la vida y que en el caso de que haya contagios en un centro, la responsabilidad será del equipo directivo del mismo. ¡Manda óvulos!
Ante esto, nos estamos despertando cada día con equipos directivos registrando escritos en la Consejería de Educación, advirtiendo de que es inviable llevar a cabo las medidas expuestas en las Instrucciones, ni garantizar un entorno seguro para el alumnado ni para los trabajadores de los centros escolares, si no se llevan a cabo otro tipo de medidas como la reducción de la ratio, la contratación real de mayor número de docentes, apoyo de instituciones sanitarias y municipales, etc. A tal punto hemos llegado, que ya hay dimisiones de equipos directivos en Andalucía, por entender que abrir los colegios bajo las órdenes dadas por Javier Imbroda, es una auténtica temeridad, de la que ellos y ellas tendrían que dar cuentas, incluso ante la justicia, llegado el caso.
Un Consejero comprometido y responsable, habría mantenido a día de hoy mil reuniones con sus equipos directivos. Reuniones coordinadas por personal sanitario que sirviera de apoyo y orientación a los docentes, que además de impartir clases y de forjar el futuro de nuestro territorio, van a tener que lidiar una emergencia sanitaria sin ser médicos ni epidemiólogos.
Un Consejero comprometido y responsable, habría estructurado una vuelta a las aulas segura, pensando en la comunidad educativa y no en el ahorro económico y en que sea el sistema educativo el que soporte la conciliación familiar. Docencia en grupos de mañana y tarde con la mitad de la ratio en las aulas que lo necesiten, primando la elección de turno a las familias con ambos tutores en activo para favorecer la conciliación, pero esto de todos juntos al cole, a ver qué pasa, y si pasa… “me lavo las manos”, no es la solución. Mientras el Consejero de Educación siga viendo los centros educativos como guarderías, seguiremos abocados al fracaso.
Señor Imbroda, dedíquese a lo que sabe, a entrenar equipos de baloncesto, o a gestionar empresas educativas privadas para su lucro, porque ha quedado más que demostrado que la gestión de la Educación Pública de Andalucía, le ha quedado como la zapatilla de Gasol.
Zapatero a tus zapatos…