Álvaro Romero, un joven nombre mairenero para el futuro de la guitarra
Tras cada estrella de la guitarra brillando rutilante hay sin duda una historia de superación, amor y vocación. Ocurre así en numerosas facetas de la vida, si bien para el mundo del toque flamenco lo dejó bien ilustrado el escritor alcalareño Manuel Ramos Ramos en su novela pionera para la temática flamenca ‘La séptima cuerda’. Aquel Daniel parece haberse convertido en el alter ego de la historia vital y guitarrista del joven Álvaro Romero Burgos, un casi adolescente mairenero que acaba de obtener una beca especial y personalizada de la Fundación Cristina Heeren, una fórmula formativa que viene a constituir de facto una apuesta de la entidad cultural tras haberse quedado fuera de los premios Talento Joven, en los que se clasificó en cuarta posición.
Se hace bueno aquello de que “algo tendrá el agua cuando la bendicen”, ya que por otra parte el joven ‘tocaor’ de tan sólo 17 años tiene ya alojado en las plataformas digitales su primer single “Buscando el camino”, unas bulerías trenzadas con falsetas de inspiración variada, que fue grabada y producida en los estudios del guitarrista sevillano Paco Macarena, el mismo que además actuó como palanca animando a Álvaro a la grabación de una obra que ha tomado como escenario para su versión en vídeo la ya flamenca calle del Arco de Mairena del Alcor. La obra cuenta además con la participación de Aldo Ramírez, y se desvela como una metáfora de la situación actual de este tocaor, en cuya mente no se alberga pensamiento o deseo más allá de su profesionalización en el toque flamenco.
Porque en su caso nos hallamos ante una vocación largamente sentida desde su más tierna infancia, en la que Álvaro no se recuerda jugando (al comienzo a hurtadillas) con otra cosa que no fuera la guitarra, y en particular la de su padre con la que hacía sus pinitos en El Viso del Alcor cuando iba a casa de sus abuelos, pues allí permanecía el instrumento dando testimonio de la pasada afición de su progenitor. Luego vendría la suya propia y las clases de Gonzalo en la Casa del Arte Flamenco mairenera, antes del siguiente paso aprendiendo en Sevilla con el guitarrista de baile Miguel Pérez.
Por el camino y sumando, el joven sonantero ha ido practicando y componiendo como solista por bulerías, seguiriyas o soleares entre otros palos, como manda la tierra que le vio nacer. Pero también sin dejar de acompañar al baile o al cante, como ha hecho junto a Juan de Mairena, Segundo Falcón o Soledad Madrid, entre otros. Siempre con el planteamiento de seguir formándose sin competir con nadie, sino todo lo contrario en actitud abierta y positiva para empaparse bebiendo tanto con las figuras más relevantes como de sus iguales.
La disciplina siempre por delante, como atestiguan las cuatro horas diarias que ‘grosso modo’ dedica al ensayo, porque a pesar de que la guitarra le atrajo al comienzo tanto por la belleza de su sonido como la magia y flamencura de esparce; o por la rapidez con que se avanza al principio, no deja de reconocer que es poco agradecida si le das a su práctica más vacaciones de las debidas. Aunque ello no obsta para que el joven artista vea con optimismo el futuro del instrumento, mención aparte a la falla producida por la pandemia, pues en la actualidad existen más ‘tocaores’, cretividad y medios que nunca. Incluso en la comarca de Los Alcores, más destacada siempre por su caudal de cantaores.
De este modo, Álvaro Romero mantiene su propósito de seguir formándose sin entrar en episodios de competitividad con nadie, pero fogueándose en el estudio y práctica del instrumento, y tratando de sacar el máximo de la beca de la Fundación Cristina Heeren, cuyo itinerario deberá compaginar con sus estudios de Administración y Gestión de Empresas.
Este sábado día 25 actuación en El Viso
Con Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Melchor de Marchena, Diego del Morao o Diego del Gastor siempre como referentes, a Álvaro Romero se le ha podido ver debutar ante el público de la comarca el pasado día 22 en el Parque de la Constitución visueño. Un recital patrocinado por la Peña Flamenca El Rincón del Pilar.