Andalucía rebaja su índice de abandono escolar a un mínimo histórico por el tirón de la FP

Baja al 15,3% con claro reequilibrio frente a las preferencias universitarias imbatibles hasta ahora, y con claro recorte frente a la media nacional y europea

Sobre temas tan sensibles como la enseñanza, Andalucía ha sido a menudo noticia debido a su diferencial a la baja en la comparativa con otras Comunidades Autónomas españolas, y más aún al contraste con países extranjeros. Una desventaja especialmente remarcada en lo referido a tasas de abandono escolar o nivel competencial, según los indicadores de los estudios comparativos realizados por diversas instituciones, ya públicas, ya privadas; nacionales o foráneas, todos coincidentes al fin en la evaluación de dichos aspectos. Pues bien, al respecto y según los nuevos datos arrojados por la Encuesta de Población Activa publicada el pasado día 26 de enero, Andalucía ha reducido considerablemente su tasa de abandono escolar prematuro, o sea, el referido a jóvenes por debajo de los 18 años que rehusaban a continuar su preparación de cara al futuro, ya fuera en Bachiller, ya en Formación Profesional. Variedades educativas donde la tasa se ha reducido hasta el 15,3%, lo que significa  el nivel más bajo de su historia, recortando posiciones con respecto a la media nacional, que pese a todo, sigue por encima  fijada en el 13,9%.

A la luz de los nuevos datos conocidos, los jóvenes andaluces han reducido su tasa de abandono en 6,6 puntos porcentuales durante los últimos cuatro años, tiempo en el que la la tasa general española bajó en 4 puntos, tomando asimismo como partida las cifras del balance del estudio de 2018. Unos indicadores que mirados desde otro punto de vista, y según la nueva EPA, evidencian además que Andalucía ha disminuido su tasa de abandono escolar prematuro en 2,4 puntos, mientras que a nivel nacional subió un 0,6%, unos datos claramente relevantes al mostrar que se trunca una tendencia a la baja nacional de 13 años consecutivos, frente a la reducción andaluza, con la que se supera por primera vez a Cataluña (16,9) o Valencia (15,7), que en el año 2018 se situaban en el ranking a 5 y 2 puntos de distancia de la comunidad andaluza, respectivamente: Pero ambas. en todo caso, todavía se posicionan por delante de Murcia, Baleares y Ceuta.

Los datos son importantes, pero sin caer en triunfalismos, ya que Andalucía todavía se sitúa por debajo de la media española, y  por lo tanto queda camino por recorrer; más aún al comparar con el 9% promedio de Europa. Pero no por ello deja de resultar un recorte ilusionante, cuya explicación hay que buscar en los ajustes implementadas en el sistema educativo, y de manera específica en las mejoras introducidas para la expansión de la Formación Profesional (FP). En relación con lo cual se evidencia que la juventud estudiantil de la Comunidad ha adoptado una actitud más positiva y comprometida sobre su necesidad de preparación para enfrentarse a un futuro laboral más ventajoso y cualificado. Lo muestra el claro incremento de alumnado en esta etapa formativa desde el curso 2013/2014, con un claro reequilibrio desde el horizonte universitario al de la especialización profesional, laboral o empresarial.

A modo de resumen, en Andalucía 1 de cada 3 jóvenes cursa FP, sumando un total de 174.831 andaluces, lo que supone el 34,07% del total de matriculados en enseñanzas post obligatorias. Un porcentaje superior a la media estatal, que es del 32,73%. Respecto a la FP dual, la tendencia es la misma: 8.898 estudiantes andaluces la cursan, lo que supone un 5,09% de los estudiantes matriculados en FP, cuando la media nacional está en el 3,84%. En relación a la FP dual, cabe recordar que se trata de un mecanismo por el que los jóvenes tienen una vinculación directa con el mundo de la empresa y el mercado laboral, debido a la implicación de las empresas que lo desean, en la colaboración práctica de futuros trabajadores.

 

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