El vino más antiguo del mundo con más de 2.000 años se encuentra en Carmona

Un equipo de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba, liderado por el catedrático José Rafael Ruiz Arrebola, en colaboración con el Ayuntamiento de Carmona, ha hecho un descubrimiento fascinante en esta localidad sevillana: el vino más antiguo del mundo, con más de 2.000 años de antigüedad. Este hallazgo ha sido identificado como el vino líquido más antiguo descubierto hasta la fecha, superando a la botella de vino de Speyer, fechada en el siglo IV d.C, que se conserva en el Museo Histórico de Pfalz en Alemania.

Según la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación del Ministerio de Ciencia e Innovación, probablemente las personas enterradas en una tumba romana en Carmona hace dos milenios nunca imaginaron que el líquido en el que sumergieron los restos óseos de uno de los hombres se convertiría en un importante descubrimiento milenios después. Este vino antiguo, que ha adquirido un tono rojizo con el tiempo, se ha conservado desde el siglo I d.C en una urna funeraria de vidrio.

El arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Carmona, Juan Manuel Román, mencionó su sorpresa al encontrar líquido en una urna funeraria, pero las condiciones excepcionales de conservación de la tumba a lo largo de los siglos han permitido que el vino mantenga su estado original.

El estudio llevado a cabo por el equipo de investigación examinaron diversos aspectos, como pH, materia orgánica, sales minerales y compuestos químicos vinculados al vino actual de Montilla-Moriles, Jerez y Sanlúcar. La presencia de siete polifenoles específicos, comunes en vinos actuales, en el vino antiguo ayudó a confirmar su origen, identificándolo como un vino blanco.

Aunque el estudio no pudo determinar con certeza el origen exacto del vino, las sales minerales presentes en el líquido apuntan a similitudes con los vinos blancos producidos en la antigua provincia Bética, especialmente en Montilla-Moriles.

Además, el hallazgo de este vino antiguo revela aspectos interesantes sobre los rituales funerarios de la antigua Roma. La presencia del vino, anillos, perfumes y otros elementos en esta tumba en Carmona refleja la importancia de los ajuares funerarios en la sociedad romana, donde cada género tenía roles y objetos específicos asociados a ellos. Este descubrimiento ha proporcionado valiosa información sobre la cultura y costumbres de la época, permitiendo no solo recordar a aquellos enterrados hace dos mil años, sino también dar luz sobre sus prácticas funerarias.

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