Antonio Gavira está presente en su plaza en El Prior esculpido por su sobrina Constanza
Se trata de una reproducción en bronce muy fiel a su fisonomía, erigida sobre un pilar de ladrillos, y cuyo acto inaugural tuvo que ser reducido al producirse el fallecimiento de la esposa del añorado artista
Pocos minutos después de las 12 del mediodía de ayer viernes quedó descubierta la estatua que Mairena del Alcor ha dedicado a su Hijo Predilecto Antonio Gavira, el reconocido catedrático de Bellas Artes, escultor y pintor afamado, quien dejó en vida un gran número de obras tanto en su pueblo natal y de residencia como en tantos lugares esparcidos por geografías cercanas y no tanto. La suya fue una vida de entrega al arte, a la fe católica y a la cultura y tradiciones de su pueblo, que éste le devolvío una vez más en forma de hechos, ahora con la escultura en su recuerdo que acaba de erigirse en los jardines de la avenida que lleva su nombre en el barrio de El Prior.
Pese a todo, el acto de descubrimiento del envoltorio que cubría el conjunto resultó de un sabor agridulce, ya que la fatalidad del destino, o tal vez el azar (a saber) quiso que esa misma mañana pensada para el agasajo póstumo llegaran las tristes noticias del fallecimiento de su viuda Coradina García en la ciudad de Salamanca, donde residía últimamente con una de sus hijas. En consecuencia, el acto fue reducido a la mínima expresión, convertido en el rezo de una oración en su memoria, a cargo del cura gitano Emilio Calderón, presente en el acto y amigo desde hace muchos años de la familia Gavira.
Poco antes, el alcalde Juanma López rompía la espera de los presentes dando la triste noticia, y anunciando el cambio de planes. Una circunstancia que motivó que ni incluso la autora de la escultura al tiempo que sobrina-nieta del protagonista del acto, Constanza Gavira, renunciara a la lectura de las palabras que tenía previsto dirigir a los presentes, entre quienes se encontraban el padre de la escultora, el asimismo artista del ramo Jesús Gavira, ediles pertenecientes a los tres partidos representados en la Corporación Municipal, el sobrino de Antonio Mairena, Antonio Cruz Madroñal; presidente de la Casa del Arte Flamenco, Manuel Ríos; el flamencólogo Alfonso de Miguel, familiares y amigos de la familia, y una amplia representación de la Asociación Provida ,entre otros.
En cuanto a las palabras del alcalde, éstas quedaron reducidas a manifestar que “lo que iba a ser un día de alegría se ha convertido en un día triste por el fallecimiento de Doña Coradina García», informó. Tras lo cual el regidor mostró sus condolencias a la familia en nombre propio y de la Corporación Municipal de Mairena del Alcor. Además, agredeció su presencia a todos los asistentes, «vecinos y vecinas que han querido mostrar su cariño y respeto a la figura de Don Antonio Gavira Alba», dijo López.
Tras ello, el acto quedó clausurado, no sin que antes de ausentarse la numerosa comitiva, los presentes aprovecharan para manifestar su admiración hacia la obra de Constanza, que es la segunda que la joven realiza en el pueblo tras el monumento a la Vida, al comienzo de la calle Marchenilla. Entre los comentarios destacó la loa a la perfecta sincronía fisonómica de la reproducción en estatua y los rasgos que todos recordamos del reproducido. Finalmente, llegaron las fotos inmortizadoras de un momento de singular emotividad para toda la ciudadanía mairenera que tuvo la suerte de conocer a Antonio Gavira.
La obra al detalle y la valoración de su autora
De acuerdo con los datos facilitados por la autora del conjunto, el monumento a Antonio Gavira Alba es un busto, bulto redondo, o reproducción a tres cuartos, una reproducción ligeramente mayor que el tamaño natural, y que en lo que respecta a la altura mide 1,20 metros. La escultura se eleva sobre un pilar de ladrillo fino de 55 por 50 centímetros, y está realizada en bronce fundido.
Estéticamente reproduce a Gavira posando con las herramientas propias de las dos disciplinas que cultivó, es decir, la escultura y pintura, que dominó a la perfección indistintamente, y tanto en sus variables civil como religiosa. Asimismo, aparece ataviado con su bata de trabajo, lo que aclara Constanza, se debe a su deseo de plasmarlo con su espíritu trabajo, que lo mantuvo activo hasta el fin de sus días. Destacando como un valor más de la obra el hecho de que la artista la ha elaborado a partir de distintas fotografías de variada perspectiva hasta aproximarse lo más fielmente a la imagen verdadera del protagonista de la obra.
Abundando en la explicación de la misma, su autora se ufana del «gran honor que ha sido para mì contribuir con este busto a preservar la memoria de Don Antonio Gavira Alba, después de lo que trabajó por su querida Mairena, la villa que lo vio nacer y donde tanto legado ha dejado», manifestó. Para luego explicar que el proyecto le supuso todo un reto al estar elaborado a partir de una técnica como las fotos, a la que se enfrentaba por primera vez.
En cuanto al tiempo dedicado a la obra, Constanza explicó que inició los trabajos en el mes de julio de 2021, no mucho después del fallecimiento de Antonio, encerrándose en su estudio con el asesoramiento de su padre, Jesús Gavira. Y a pesar de las primeras dificultades del reto, al poco tiempo la obra «empezó a exhalar vida y pude comprobar que el barro ya tenía vida propia», aseveró. Finalmente, a partir de ahí comenzó «en la soledad de aquel estudio a mantener largas conversaciones con el barro con total intimidad, y de aquella manera, a despedirme del que fue, es y será, uno de los pilares y referentes en mi trayectoria artística y humana», concluyó en su explicaciòn la joven escultora, deseando que las nuevas generaciones de Mairena, al ver el monumento, sientan la curiosidad de acercarse a la figura de Antonio Gavira Alba.