Mairena… Sevilla

O viceversa. Como todas las poblaciones cercanas, Mairena siempre ha tenido mucha relación con la capital. Como el Viso. Pero estos se movieron más que nosotros. Han llevado el protagonismo. Y en cierta manera, nos han dejado “las migajas”; a pesar de que hoy Mairena tiene más población.

En el Viso hay un monumento dedicado a las “recoveras”. ¡Cuánto trabajo les llevó esta tarea!. Muchas mujeres –y no pocos hombres- con sus canastas llenas de huevos y algún otro producto llevaron diariamente a Sevilla a las diversas familias, que cada día esperaban estos alimentos frescos y buenos, y que hacían posible “el jornal” de las recoveras visueñas.

Desde Mairena iba más el pan blanco por encima de los racionamientos, que unidos a los de Alcalá llegaban a la estación de San Bernardo o a la de autobuses en el Prado. Muchas familias vivieron gracias a esta labor, no pocas veces expuesto. Dos empresas, la de Jiménez y Casal portaban diariamente a centenares de maireneros y visueños. Hay que reconocer que el Viso se movía más y los autobuses ya llegaban “cargados” a Mairena.

Y llegan. Porque para “fastidio nuestro” se partía del Viso. Y se sigue partiendo. Se adelantaban los autobuses unos a otros. Y si antes se llenaba de recoveros-as y no pocos portadores de pan blanco y rica chacina, hoy siguen llegando llenos de estudiantes y trabajadores visueños.

Fotografía tomada en el año 1964 en la puerta de la Estación de Autobús del Prado. Se ve al conductor y al cobrador esperando la hora de una nueva partida. Foto: Tussam

Y Casal absorbió a Jiménez. Con ello llegó el monopolio. Dejó de haber competencia y nos quedamos sin autobuses rápidos y constantes. Ahora con su horario fijo, pero partiendo del Viso y llegando a Mairena “cargado” de estudiantes y trabajadores –as. Para Mairena lo que queda, si es que queda algo. Al menos en los horarios tempraneros. Y cuando viene lleno y con algunos de pie, no te paran. Las últimas paradas de Mairena son para ver cómo pasan. Aunque lleves el horario ajustado. Vendrán las reclamaciones y protestas. Siempre te desviarán al “Consorcio”. Con esperanza te llegará una carta tratando de explicar. Pero se seguirá repitiendo lo mismo

¿Y los del consorcio, viajan en el autobús?. ¿Se quedan en la parada viendo cómo pasa éste?. No les vi a nuestras autoridades (Consorcio) subidos con los demás viajeros. O viendo cómo le “dan en las narices” sin más atenciones. Seguramente viajan en sus coches. Y los consejos para hacerlo en el autobús evitando contaminación y tráfico excesivo, queda para otros. Y si no hay ejemplo…

Es verdad que los horarios son aceptables. Si pudieras viajar a las horas fijadas. Si no tienes que dedicar un tiempo precioso –con frío o con calor- en las paradas desprotegidas. Y con la incertidumbre…

Añoramos los tiempos en que nos llevaban a la estación del Prado. Con aquella entrada de bellos murales que siguen resplandeciendo. Y con servicios y cafetería. Ahora nos llevan a S. Bernardo y el pago del tranvía o el metro para poder llegar al centro. Doble gasto. Pero el “Consorcio” estará por encima. El viajero sufrirá las consecuencias. En honor a la verdad no son hechos de cada día. Incluso a cierta “hora punta” se está poniendo un autobús de apoyo.

Que las mejoras se sigan notando. Hay autobuses que ya merecen ser “jubilados”. Una flota más nueva y cómoda nos ayuda a convencernos de que merece la pena dejar el coche en casa.

Ya no es la época de recoveros y vendedores de pan. ¿Y si se animan a llevarnos de nuevo al Prado?. De ilusiones también se vive…

Nos han puesto coches nuevos, lindos, que nos indican por dónde vamos. Ojalá sepamos conservarlos los clientes. Hemos avanzado. Pero seguimos quedando en el desierto de San Bernardo.

 

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