94 Años de la Casa-Cuartel de Mairena

A las alturas de 1923 el viejo cuartel de la Guardia Civil, que ocupaba dos casas de la calle Lorenzo Domínguez (hoy Ancha), se había quedado pequeño para la dotación del puesto, compuesta por 8 guardias, cuyas familias vivían hacinadas en pequeñas habitaciones. Además el edificio presentaba serias deficiencias y se encontraba muy deteriorado, tenía grietas y algunas falsas bóvedas estaban hundidas. La situación llegó a tal extremo que en 1927 la Comandancia Provincial de la Guardia Civil amenazó con suprimir el puesto si el Ayuntamiento no ampliaba el edificio o buscaba otro local apropiado para el cuartel. El Alcalde se comprometió a buscar una solución definitiva al cuartel ubicándolo en un nuevo edificio antes del verano.

Se llevaron a cabo gestiones para buscar una casa, pero resultó imposible encontrar viviendas en alquiler con la suficiente amplitud. Algunos concejales propusieron la compra de alguno de los edificios aislados existentes en el terreno del mercado en la zona donde se desarrollaba la feria, como la Venta del Cuerno o la Venta Raga, o algunas casas situadas en el final de la calle Marqués de Gandul, la zona conocida como Benajete. Pero todos los intentos fueron infructíferos, pues si en unos casos se desistió por la carencia de pozo, necesario para la limpieza y abastecimiento del cuartel, en otros los edificios no reunían las condiciones de amplitud y disposición exigidas por la Guardia Civil, o se chocaba con la negativa de los dueños a venderlos.

Cuartel de la Guardia Civil en noviembre de 2013 tras la rehabilitación de la fachada.

Finalmente se decidió construir un edificio de nueva planta con un diseño adecuado para servir como cuartel, incluyendo la obra en el plan urbanístico de edificaciones de la Corporación. Tras estudiar diversos puntos, se decidió ubicarlo en un solar despejado situado en la parte izquierda de la calle Trianilla, en la salida de la población. El lugar no fue aceptado unánimemente y provocó polémica desde el primer momento. Los concejales más críticos argumentaban que era un lugar insano por estar situado próximo al arroyo de la Fuente Gorda, cuyas aguas se remansaban entre la huerta Alunado y el primer molino, formando charcas. Por otra parte, el terreno, formado por arcillas y margas, era poco firme y de hecho había establecidas en la zona varias barrerías que se remontaban, al menos, al siglo XVIII. Finalmente algunos concejales criticaban que el cuartel estuviese situado en un extremo de la localidad, demasiado alejado del centro de la población.

En marzo de 1928, ya comenzadas las obras, algunos concejales plantearon una moción para suspenderlas y elegir un nuevo emplazamiento del cuartel, más céntrico y con mejores condiciones higiénicas y de estabilidad. El Alcalde quitó hierro al tema replicando que el lugar era sano  y la corriente del arroyo de Trianilla sólo recogía en su cauce aguas pluviales y las sobrantes de la Fuente Gorda. De todas formas el lugar escogido para ubicar  el cuartel se encontraba a 150 m del cauce del arroyo y a unos 15 m de altura respecto al nivel de las aguas, en el punto más próximo, por lo que no podría afectarle el agua que quedase encharcada. Por lo que respecta al terreno, se había escogido una zona de roca de alcor y el proyecto contemplaba construir una base de cimentación de hormigón y cemento  de 50 cm de espesor, que aseguraba la estabilidad de un edificio de una planta. Finalmente, tras amplio debate y teniendo en cuenta que la moción presentada por los concejales era la única reclamación ofrecida al proyecto, pues ningún vecino había manifestado ninguna durante el tiempo de exposición al público, se decidió desestimarla y continuar la obra.

El edificio fue diseñado en 1927 por el perito aparejador Federico Bermúdez Ron, con una distribución que recuerda a la de la Plaza de Abastos. Diseñó una estructura edificada de disposición rectangular con pabellones en los cuatro laterales, un patio en forma de U en el centro y un pabellón rectangular central. En total la parte edificada en una sola planta suponía 591m2 de un solar total de 770 m2. El vestíbulo de acceso estaba flanqueado por la sala del guardia de puerta y la sala de armas. Contaba con una habitación para guardarnés, una cuadra amplia para nueve plazas, con dos puertas de acceso y abrevadero en el interior. Junto a ella se encontraba la habitación del guardia de cuadra, una sala de pajar y un depósito de agua potable, con bomba de extracción. Fue adjudicado, como el resto de las obras emprendidas en esos años, al constructor destajista Girón y Girón.

En el proyecto original se dispuso para los guardias ocho pabellones familiares, compuestos cada uno por tres habitaciones y cocina. Además contaba con una sala amplia como pabellón de guardias solteros con cabida para dos camas. En septiembre de 1928, estando ya avanzada la construcción, el teniente coronel jefe comandante de la provincia, ofreció aumentar la guarnición del puesto en dos agentes. El Ayuntamiento lo aceptó considerando que sería positivo para la localidad, que no había establecido la guardería rural. Se decidió ampliar el edificio y el destajista Girón y Girón propuso construir dos pabellones familiares, de dos habitaciones cada uno, para guardias casados jóvenes, con un coste de 2.000 ptas.

Como dependencias comunes contaba con un lavadero dotado de ocho pilas con grifos, dos retretes comunales, un urinario, un patio central, dos patios laterales y un corral trasero para los animales, cercado con alambrada. Para la cubierta se decidió utilizar las mismas placas de uralita onduladas que se habían colocado en la plaza de abastos, y descartar las tejas francesas previstas en un principio. Se consideró más conveniente, pues la porosidad y el mal ajuste de la teja podían provocar filtraciones de agua y goteras que terminarían por dañar los techos rasos de las habitaciones construidos con yeso y escayola.  En total la construcción de cuartel tuvo un coste de 69.760,26 pesetas.

La casa cuartel fue inaugurada con gran solemnidad el 22 de mayo de 1929, el mismo día que el matadero. Un grupo de vecinos, constituidos en una comisión pro-bandera, entregó en la ceremonia una bandera nacional para el cuartel. Actualmente el edificio ha perdido su función como cuartel, pero conserva en gran medida su estructura original.

José Manuel Navarro Domínguez – Doctor en Historia, profesor del IES Los Alcores
Fuente: Archivo Municipal de Mairena del Alcor, libs. 66, 67 y 90 y legs. 18 y 299.

La casa cuartel de la Guardia Civil de Mairena a principios del s. XX (II parte)

La instalación de la Guardia Civil en Mairena del Alcor (I parte)

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