Juan María Coca será nombrado beato por el Papa Francisco

El cura, que oficiaba en Mairena en 1936, fue asesinado por el bando republicano, por lo que se inicia el proceso previo a la santificación junto a otros sacerdotes y laicos de diversos puntos de Andalucía   

 

El papa Francisco aprobó el pasado jueves 22 de junio un decreto con el que se declara como «martirio» por «el odio de la Fe» a diez sacerdotes y otros diez laicos andaluces, asesinados en 1936 tras el estallido de la Guerra Civil por el bando republicano, por lo que en virtud del acto se inicia el procedimiento de beatificación de todos ellos. Con este acto vaticano, el que fuera párroco en Mairena del Alcor Juan María Coca, será elevado a esta categoría previa a la santificación, al ser uno de los concernidos.

El decreto pontificio fue aprobado tras las conversaciones mantenidas entre el Sumo Pontífice y el prefecto del dicasterio para la Causa de los Santos, Marcello Semeraro, tras un recorrido de estudios previos e investigaciones que concluyeron con el reconocimiento como mártires de esta veintena de miembros de la Iglesia, tanto diáconos como seglares, que según sus conclusiones no han necesitado la realización de ningún milagro para que se incoe en sus casos el proceso que se implementa ahora.

En el caso de Juan María Coca en Mairena del Alcor, los hechos que le llevaron a la detención y asesinado son conocidos desde que ocurrieron, como prueba el hecho de que desde hace muchas décadas cuenta en el viario del pueblo con una céntrica calle. No obstante, si se pregunta a la ciudadanía por él, la inmensa mayoría lo desconoce, ya que su triste final nunca ha sido aireado ni se ha hecho de la tragedia motivo de confrontación. No en vano su caso no viene a constituir ni más que menos que un ejemplo claro del drama que los lamentables acontecimientos de 1936 con todos sus precedentes vinieron a significar para tantas familias españoles. Valga recordar al respecto que su hermano, el diputado del Partido Republicano Fernando Coca padeció el mismo destino, si bien en su caso a manos del denominado bando nacional. Al igual que el párroco, su hermano y hasta el momento el único diputado mairenero en el Parlamento español, cuenta con calle a su nombre desde el mandato del tripartito (2011-2015).

Al margen del mártir mairenero, otros beatificados nuevos son Manuel González-Serna Rodríguez (Sevilla, el 13 de mayo de 1880) que en el momento de los hechos ejercía de párroco en Constantina, siendo el resto de ejecutados los sacerdotes Francisco de Asís Arias Rivas, natural de Cantillana, Miguel Borrero Picón (Beas, Huelva) , Mariano Caballero Rubio (Alájar, Huelva), Pedro Carballo Corrales (Ubrique, Cádiz).  Antonio Jesús Díaz Ramos (Bollullos del Condado, Huelva), Salvador Lobato Pérez (Algodonales, Cádiz), Rafael Machuca Juárez de Negrón (Estepa), y José Vigil Cabrerizo (Huétor-Tájar, Granada). Todos ellos sumados además a diez laicos, que también fueron asesinados o fusilados tras el estallido de la Guerra Civil Española.

Finalmente, y dentro del mismo decreto Francisco incluyó también a cinco nuevos venerables de la Iglesia Católica, destacando entre ellos Sor Lucía, una de los tres pastorcillos a los que se les aparecía la Virgen de Fátima (Portugal).

 

                                                                        Imágenes procedentes de la Diócesis de Sevilla

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