Ferrocarril de Los Alcores: Una vieja historia ferroviaria entre Sevilla, Alcalá, Mairena, El Viso y Carmona

 

Fragmentos del ferrocarril de Los Alcores en el término de Carmona. Foto: A. Bautista

Por Antonio Bautista

Vía Verde de Los Alcores, y en ella, tan nombrada como hoy ya desconocida, la vieja historia del ferrocarril de Los Alcores, aquella cuyos raíles serpenteaba los ondulados paisajes donde se abrazan las llanuras de las vegas de La Campiña sevillana con las suaves colinas de sus Alcores, en un recorrido hoy de evocación romántica entre Sevilla y Carmona. Trayecto de sabor viejo que encierra en una especie de ensoñación los susurros de una época pasada: la era dorada del Ferrocarril de Los Alcores. Hoy historia, pero que consta en sus libros que fue inaugurado en 1879, sirviendo de enlace de poblaciones como Sevilla, Alcalá de Guadaíra, y finalmente Carmona Baja, tras escalar en Mairena del Alcor y El Viso del Alcor, aportando un hálito más de vida a estos pueblos y ciudades, sus economías y ciudadanos.Ya en su bautizo nació entre obstáculos

El 10 de enero de 1873 marcó el inicio de la construcción del Ferrocarril que durante décadas unió nuestra comarca y la capital del antiguo Reino de Sevilla, pero tan necesario proyecto, ya desde sus inicios, vio la luz entre destacables problemas, sobre todo financieros. Así, el servicio no se puso en marcha hasta 1879 tras la adquisición por parte de sus impulsores de las dos primeras locomotoras a vapor. La línea, que abarcaba aproximadamente 42 kilómetros, partía de la estación La Enramadilla en Sevilla, junto a la estación de Cádiz, que más tarde sería conocida como estación de San Bernardo, hoy reconvertida en centro comercial.Una línea de recorrido pintoresco

La ruta del ferrocarril abrazaba la cornisa de los Alcores, ofreciendo vistas panorámicas de la Vega. Con curvas y pasos estrechos, el trazado se adaptaba a las irregularidades del escarpe, haciendo de cada viaje una experiencia escénica. A lo largo del recorrido, se encontraban apeaderos en lugares como Gandul, Mairena del Alcor, El Viso del Alcor, y Alcaudete, cada uno con su propia historia que contar.

La estación más destacada era la de Alcalá de Guadaíra, dividida en dos partes por un túnel y un viaducto de sillería. La primera parte, con el «Muelle de la Panadería», servía como zona de embarque, mientras que la verdadera estación, llamada San Francisco de Guadaíra, se encontraba más adelante. La línea culmina en la estación de Carmona Baja, conectando con un ramal desde la estación de Guadajoz en la línea Sevilla-Madrid de MZA.A principios del siglo XX, la compañía contaba con tres locomotoras de vapor y tres automotores Renault, marcando una época en la que los vagones abiertos transportaban burros cargados de pan para su posterior reparto por las calles de Sevilla. Sin embargo, tras la guerra, en 1941, la línea que daba recorrido a este Ferrocarril de los Alcores pasó a formar de la empresa pública Red Española Nacional de Ferrocarriles (RENFE). Lo que contrariamente a lo presumible, y a pesar de la llegada de nuevos vehículos y la adaptación a los tiempos, supuso una drástica disminución del tráfico y uso de ‘los caballos de hierro’ como fueron denominados en el Oeste norteamericano, vinieron a la postre a ponerla en crisis durante la década de los 70, hasta llevarla a su clausura en 1975, y su posterior desmontaje. Muestra de ello los escasos restos de raíles que aguantan el paso del tiempo y que en su día fueron vendidos al peso. Aunque todavía hoy viven maireneros y maireneras que recuerdan la negrura del firme de su trayecto desbrozado de raíles y traviesas, sin que escasee la ocasión para cualquier transeúnte o caminante con dotes de buen observador de darse de bruces con algún elemento arrumbado o ‘distraído’, que sirve para dar buena cuenta del pasado de movilidad que albergó esta hoy conocida como Vía Verde de Los Alcores.   Legado en la Vía Verde

Hoy, la vía verde de Los Alcores sigue el trazado histórico, recordando a los transeúntes la era dorada de los trenes que solían atravesar estos campos. Aunque las estaciones desaparecieron o han sido reducidas a ruinas en el mejor de los casos: o a un montón de piedras, tejas rotas y tierra de mortero en el peor, el eco de las locomotoras, el pitido de los vagones y la huella impregnada del hollín permanecen en la historia de Mairena del Alcor, tejida entre rieles de acero y paisajes pintorescos.Datos extraídos de: Navarro José Manuel “LA LÍNEA DE FERROCARRIL SEVILLA-ALCALÁ-CARMONA” (mayrena.com)

 

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