El fallecido cantaor visueño Niño Colchón cuenta desde ayer con calle en su pueblo

La plaza Cantaor Antonio Colchón quedó inaugurada a última hora de la jornada en la Urbanización Vista Verde, en la Cornisa de Los Alcores, en el transcurso de un emotivo acto arropado por autoridades y decenas de amigos, vecinos y compañeros del mundo del flamenco   

A última hora de la tarde de ayer lunes 2 de junio quedó inaugurada en El Viso del Alcor la Plaza Cantaor Antonio Colchón, situada en la Urbanización Vista Verde junto a un tramo privilegiado de la Cornisa de Los Alcores, un enclave que a modo de mirador brinda las más bellas vistas de los campos de la Vega, esos paisajes característicos que se abren al sur de los pueblos de la comarca, confiriéndole tan característica peculiaridad. La plaza dedicada al cantaor, que también fue conocido como ‘Niño colchón’, se inaugura coincidiendo con el cuarto aniversario del fallecimiento inesperado de Antonio, un hombre sano y vital en aquellos momentos, y como siempre entregado al cante en cuerpo y alma tras su jubilación.

El Covid-19 se lo llevó, pero su recuerdo sigue pesando ¡y de qué manera! entre sus paisanos. De hecho, el acto inaugural dio muestra de ello, al reunir en torno al acto a autoridades como el alcalde Gabi Santos, ediles como el Concejal de Deportes, Manuel Salvat; y otros miembros de la Corporación Municipal visueña, a la par que incontable número de amigos y paisanos. al margen de una alta representación del mundo flamenco. Antonio fue uno de esos hombres que dejan huella, y un vacío difícil de llenar tras su partida, por ello el acto estuvo lleno de sensaciones, amistad e inmejorables recuerdos.

Su hermano David, que tanto ha luchado por hacer visible y ponderable el legado de Antonio Colchón, presentó el acto dejando testimonio tanto del cariño que les unía como de la complicidad en el terreno del flamenco, y que en lo familiar ni que decir tiene. Pero no estuvo solo, estuvo la familia al completo, dando testimonio de esa ausencia presente de Niño Colchón entre ellos. Incluso sus hijas María Dolores y Cristina se atrevieron a cantar unas letras flamencas a él dedicadas, en presencia también de su madre y hermana Inmaculada. Como lo hicieron también sus hermanos Paco y Manuel, en un despliegue de cantes, el fandango en particular.

Dentro de ese minifestival en su memoria, especial protagonismo adquirieron las guitarras de Antonio Carrión y Estaban Cosano. Este último fue el primer guitarrista que acompañó a Antonio, hermano de Ricardo Cosano, cuyo vínculo con Antonio Colchón quedó establecido hace décadas a raíz de su destino en El Viso como enseñante. Juntos en el agitar de las cuerdas de sus sonantes, Antonio y Esteban deleitaron a los presentes en el acto con los bellos sones, en particular una alboreá que hizo raya entre los presentes.

Y ya, cerrando, llegó el cante del sobrino del homenajeado, Adrián Sánchez, que se está iniciando en la materia, e hizo una sentida apelación a los valores de su tío (los suyos también, dijo), tras lo que hizo un par de cantes poniendo el broche final al acto.

Pinceladas de una vida de amor al cante

‘Niño Colchón’ también dedicó una parte importante de su vida a investigar y divulgar el flamenco. Fue miembro destacado de la peña flamenca El Rincón del Pilar, contribuyendo al nacimiento y crecimiento de su festival Cante Grande, que a partir de ahora llevará su nombre. Su afición al flamenco como su sabiduría en la materia fueron inmensas. Como lo fue afabilidad y solidaridad. Fue pilar fundamental para el cante de su pueblo, un excelente cantaor, largo y ortodoxo, que la peña de su pueblo le reconoció distinguiéndolo con la insignia de oro.

Antonio ‘Colchón’ fue igualmente un destacado saetero, al igual que un incansable profesor de flamenco a través de cursos, charlas y ponencias. Sus cursos escolares para entender el flamenco gozaron de todo el prestigio en El Viso del Alcor durante los once años de vida que tuvieron, siempre con su hermano David y su guitarrista de la última etapa, Manuel Palacios.

Pero Antonio Roldán Sánchez consiguió también más de 70 premios en concursos de cante flamenco, actuando en numerosos festivales, donde se codeó con la mayoría de las peñas flamencas de Andalucía, Extremadura, la Comunidad Valenciana y de Castilla La Mancha. Y como saetero se prodigó en particular ante imágenes de la Semana Santa de Sevilla, Carmona, Jerez de los Caballeros, Fuentes de Andalucía, Castilblanco de los Arroyos, y desde luego, su pueblo.