La verdolaga, esa lengua de gato tan rica en la cocina
La verdolaga (Portulaca oleracea) o lengua de gato, es una hierba nativa de la India y oriente medio y esparcida por todo el mundo.
Con propiedades gastronómicas y medicinales importantes, ya está en desuso por nuestros alrededores, pero sí sigue viéndose en cualquier zona de nuestros campos, huertas y jardines.
Puede comerse como verdura, suponiendo que se obtenga de una fuente tal que se pueda suponer tranquilamente que no contiene venenos (herbicidas o fumigación general). Tiene un sabor ligeramente ácido y salado, y se consume mucho en gran parte de Europa, Asia y México.
Tanto los tallos como las hojas y flores son comestibles. Puede consumirse fresca como ensalada, o cocinada como espinaca, y debido a su calidad de mucílago, es buena para sopas y salsas.
Contiene más ácido graso Omega-3 que cualquier otra hortaliza verde. También tiene vitaminas: vitamina A (7 veces más que la zanahoria) vitamina C, algo de vitamina B, carotenoides, y minerales dietarios, como magnesio, calcio, potasio (más que las espinacas), hierro. Y presenta dos tipos de pigmentos alcaloides betalainas: el betacianina rojizo (visible en la coloración de los tallos) y el betaxantina amarilla (en sus flores y el ligero amarillento de sus hojas). Ambos tipos de pigmentos son potentes antioxidantes y poseerían propiedades antimutagénicas en estudios de laboratorio.
Como veis es una planta de la que ya nuestros antepasados sabían de sus propiedades.
Se pueden comer crudas solas o con cualquier tipo de ensalada, en revueltos o tortillas, como las espinacas o los espárragos, rehogadas o al vapor.
Revuelto de verdolaga
Ingredientes:
- 1 ramillete de verdolaga de lugar seguro
- 1 cebolla tierna
- 1 diente de ajo
- 2 o 3 huevos
- Algo de sal y un poco de aceite de oliva
Elaboración:
Lavar bien y escurrir la verdolaga. Trocearla y reservar.
Pelar la cebolla y el ajo y trocear pequeño.
En una sartén con un poco de aceite caliente se pone el ajo y la cebolla, se deja que se ponga la cebolla transparente y se añade la verdolaga. Se da unas vueltas y se le añade los huevos poco batidos y un poco de sal.
Se revuelve todo hasta obtener el punto deseado del revuelto.