75 años con nosotros
Sobrio y elegante, en la línea de la hermandad. Así fue el acto que este viernes organizó la Vera Cruz para presentar el cartel del 75º aniversario de la llegada de su Cristo y su Virgen de la Ancila a Mairena. Ha sido el inicio de los actos que la hermandad tiene organizados para este año especial.
Con Ana Jiménez como maestra de ceremonias, el momento culmen fue el del descubrimiento del cartel. Es obra del mairenero Antonio Marco Guillén Jiménez, quien, además, se encuentra trabajando en el cartel de la Patrona. También ha realizado el de la hermandad de El Rocío de Espartinas y ha quedado finalista en el cartel anunciador del 450º aniversario de la hermandad de La Estrella de Sevilla y el 200º de El Rocío de Triana. Se trata, además, de un hermano de la Vera Cruz cuya familia ha estado siempre vinculada a la hermandad. Como recordó la propio Ana Jiménez, su abuelo fue hermano mayor, su tío prioste y su abuela camarera de la Virgen. Y como símbolo de tantos años al servicio de la hermandad, en palabras del hermano mayor, fueron abuelo y nieto quienes desvelaron el cartel.
Según explicó el propio Guillén, ha tratado de que el cartel fuese claro y sencillo, pero, a la vez, «lleno de sentimientos y emociones», intentando evocar en quien por primera vez lo mira momentos irrepetibles vividos en la hermandad. Ha querido plasmar tales sensaciones «mediante un halo de pinceladas y fotos antiguas, de diferentes actos y Viernes Santo que quedan en el recuerdo», con el color verde como destacado. En el centro, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz y María Santísima de la Ancila, donde los veracrucistas, dijo, apoyan su fe. «Sin ellos, nada tendría sentido». Brindó su cartel a los hoy ausentes pero presentes en el corazón, que, desde que los Sagrados Titulares llegaran a Mairena, han encontrado en ellos su refugio, han ofrecido amor y entrega por la hermandad.
El acto finalizó con el concierto de Francisco Benítez Acosta al piano.