Los motivos del descenso brusco de contaminación y mejora considerable en la calidad del aire
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha informado al Consejo de Gobierno del estudio realizado durante el estado de alarma por Covid-19, con el fin de evaluar el impacto que tiene en la calidad del aire el descenso de la actividad de la población y, en concreto, la disminución del tráfico. Las principales conclusiones de este análisis apuntan que, aunque los datos oscilan en gran parte en función de la ubicación concreta de las estaciones de medida, el período se inició con un descenso brusco de los niveles de contaminación que, en algunos casos, alcanzaron incluso el 90%. En esos primeros días, la reducción media del dióxido de nitrógeno, utilizado en el estudio para valorar la incidencia del tráfico en la contaminación, ronda el 60% en la región.
Para ello, se ha realizado un análisis comparativo de los datos de contaminantes obtenidos del 16 de marzo al 14 de junio con los promedios del mismo período entre los años 2015 y 2019. El objetivo es obtener conclusiones que permitan proyectar modelos alternativos que hagan más sostenibles las ciudades.
Destaca en sentido contrario la semana del 18 al 24 de mayo, en la que se observa un incremento significativo coincidiendo con una mayor relajación de las medidas del estado de alarma y un aumento de la actividad de los distintos sectores económicos. En este momento, la disminución del dióxido de nitrógeno ronda el 18%.
Mejoras en el control
En el marco de la Revolución Verde que está impulsando la Junta de Andalucía contempla, entre otras inversiones, destinar cuatro millones de euros a modernizar la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire, algo más de 2,2 millones a la elaboración de los planes de mejora de la calidad del aire y 500.000 euros a la digitalización de los tramitadores de emisiones a la atmósfera.
Además, a estos montantes específicos se suma el coste anual de las actuaciones de mantenimiento y operación de la Red de Vigilancia y Control, a las que se destinan cada año en torno a 1,5 millones de euros.
La apuesta del Gobierno andaluz por la vigilancia de la calidad del aire en el territorio andaluz queda patente en la declaración de este servicio como actividad esencial durante el estado de alarma decretado para luchar contra la propagación del Covid-19. Gracias a esta definición y al esfuerzo de los profesionales implicados en estas tareas, la evaluación, el seguimiento y el control de estos niveles han continuado desarrollándose sin interrupción.
La Red de Vigilancia de calidad del aire de Andalucía está compuesta por 99 estaciones y 988 analizadores de contaminación atmosférica ubicados a lo largo de toda la geografía andaluza. A estos medios se suman tres unidades móviles. Entre los elementos que miden estos sistemas de control se encuentran hasta 15 contaminantes atmosféricos, tanto gases como partículas, a los que se añaden, en algunos casos, determinados parámetros relacionados con la meteorología.