El clásico festival de cante jondo mairenero se celebró con éxito pese al forzado cambio de fechas por el tiempo

Todos los artistas brillaron en la templada noche, y tanto Calixto Sánchez como Manuel Mairena fueron agasajados una vez más mientras que Juan Castulo consiguió por fin cantar en la Noche Grande de los cabales

Aunque los peores augurios barruntaban una edición devaluada del Festival de Cante Jondo Antonio Mairena tras su aplazamiento el día 2 de Septiembre, ayer día 9 las previsiones fallaron. Y si bien no puede hablarse del llenazo absoluto de los años precedentes, al patio de butacas del Auditorio de la Casa Palacio de los Duques de Arcos le faltó poco para colgar el ‘No hay billetes’, entre tanto la exitosa barra del patio ajardinado del recinto se mantuvo casi todo el tiempo llena.


Buen ambiente por tanto, a pesar de la confluencia de hasta cuatro festivales en la misma sabatina noche, y siendo el más cercano el de la vecina localidad de El Viso del Alcor, también a la misma hora. Fue el azar el que propició la concurrencia de varias fatídicas coincidencias de fechas en los calendarios de ambos municipios, lo que hizo pensar a casi todos que se viviría un año de mero trámite en sendos festivales. Aunque afortunadamente no fue así, cubriéndose en ambos el objetivo, por mucho que de no haberse solapado ambos hubieran sido históricos.

Los carteles y pretensiones así lo señalaban, siendo en el caso de Mairena, además, motivo de doble condecoración. La primera vivificadoramente gratificante, mientras que la otra dulcemente nostálgica. En ese orden, al cantaor local Calixto Sánchez se le hizo entrega de la novedosa distinción denominada ‘Maestría’, con la que desde el Ayuntamiento de Mairena del Alcor como organizador vino a reconocérsele al maestro (ya en su jubilación) el mérito a toda su trayectoria. Algo que el escultor Jesús Gavira sintetizó magistralmente en la estatuilla que le fue entregada por el alcalde Juanma López, y que el artista agradeció con su buen humor y ocurrencias, regalando acto seguido al respetable cuatro cantes que al graderío le supieron a gloria: malagueñas, soleares, tientos y bulerías, al compás de la guitarra de Eduardo Rebollar.


En cuanto a la segunda de las condecoraciones, lamentablemente no pudo ser recompensada con el buen cante que en vida practicó, pues fue un emotivo recuerdo a Manuel Mairena, el menor de la saga Cruz García, de cuyo deceso se cumplieron diez años el pasado mes de abril. Eso sí, como se le echa de menos tanto como a su cante, se le hizo entrega a su sobrino y legatario del acervo de la familia, Antonio Cruz Madroñal del reconocimiento, consistente en un busto del maestro Antonio Mairena asimismo esculpido por las manos de Jesús Gavira. En la entrega también participó la Delegada de Cultura y Diputada Provincial, Gloria Guillén.

Entregado desfile de artistas

Ambos apartados tuvieron lugar en la primera parte de la Gala o Noche Grande del Cante Jondo, sólo precedidos por la seguiriya de apertura que interpretó la morisca Ana Ramírez ‘La Yiya’, con el toque de Antonio Carrión. Una presencia ganada por sus méritos de triunfadora del Concurso Nacional de Cante Antonio Mairena, que quedó resuelto tras la fase selectiva el anterior viernes día 1 de septiembre.

Tras ‘La Yiya’ y con la misma guitarra se pudo escuchar por fin a Juan Castulo en la que en Mairena se denomina ‘Noche Grande’ del Cante. Su presencia en tan apreciado entarimado obedece a la vieja deuda contraída con él desde que en el año 2007 ganó el concurso mairenero sin habérsele dado trato de igualdad con respecto al resto de ganadores, esto es, la actuación de apertura del prestigioso Festival el mismo año y siguiente noche. De modo que la cancelación de la deuda hizo tan feliz a Juan Castulo que no esquivó palabras de agradecimiento, y sobre todo se deshizo regalando su buen cante, plasmado en soleares, seguiriyas y populares tanguillos que trajeron a la memoria de todos al gran Fernando Mairena, hoy fuera de los escenarios.

El Pele con fiebre y Reyes potentísima

Y siguió la noche con el sentido y personal sello de los cantes de ‘El Pele’, abrigado al toque por el joven Dani de Morón. Y nunca mejor dicho lo de abrigado, ya que Manuel Moreno Maya subió al escenario tocado, con fiebre y malestar tras haber sufrido una caída de moto. Pero la profesionalidad se sobrepuso a esta limitación, y el cordobés logró otra vez poner al público de pie interpretando soleares, seguiriyas, malagueña y abandolao, y bulerías en su despedida. Hizo una actuación casi más propia de un recital por su duración.

A partir de ahí llegó la pausa de rigor, a cuya vuelta pudo vibrarse con el también personal sello en el baile de la sevillana Rafaela Carrasco y su grupo. Su baile sedujo en el garrotín de apertura, unas seguiriyas-tonás y cantiñas para despedirse. Unos palos intercalados por tientos y malagueñas con abandolaos, pero en este caso sin ella y con el cante de Antonio Campos y Miguel Ortega. Estando las guitarras a cargo de Jesús Torres y Salvador Gutiérrez.

A partir de ahí, y ya entrando en la recta final de una noche templada en lo climático, llegó la hora de la jovencísima Reyes Carrasco, que con su torrente de voz y esos matices que recuerdan a los clásicos en los que se inspira y recrea, dejó para los ecos de la velada unas alegrías, seguiriya, tangos y bulerías con fragmento incluido del Romance de la Princesa Celinda del maestro de Los Alcores, otro de sus referentes. La acompañó a la sonanta el igualmente joven cordobés Niño Seve, que recibió un gran elogio por parte del presentador, Manuel Martín Martín.

Posteriormente, llegaría el cierre con el chiclanero y flamenco de altura y saga Antonio Reyes, quien junto a otro artista de saga, el guitarrista jerezano Manuel Parrilla, deleitó y mantuvo al público en sus asientos escuchando sus soleares, tangos con guiño a otro flamenco recordado siempre, como Camarón; concluyendo por seguiriyas y bulerías.´

Él fue igualmente uno de los artistas que no excusaron su presencia en la tradicional ronda por tonás que cierra cada noche el Festival de Cante Jondo Antonio Mairena. Lo hizo detrás de Juan Castulo y Reyes Carrasco, echando el telón a una noche superada pese a las dificultades planteadas, sin mayor alteración en el cartel que la sustitución de las guitarras de El Perla y José del Tomate por las de Niño Seve y Manuel Parrilla, de tal modo que ¡misión cumplida!

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