‘Las letras del Cante’ en edición renovada acerca a aficionados y ajenos la riqueza literaria del flamenco
Con interesantes novedades incluso en el diseño, la obra de José Luis Blanco Garza, José Luis Rodríguez Ojeda y Francisco Robles incluye códigos QR para la escucha de algunas de ellas en las voces de cantaores y guitarristas actuales
Hace pocas semanas vio la luz de la tercera reedición del volumen ‘Las letras del Cante-Aproximación a la poesía del flamenco’, que firmada por José Luis Blanco Garza, José Luis Rodríguez Ojeda y Francisco Robles, vio su primera edición en el año 1998, pero que ahora se presenta con importantes innovaciones para la recopilación actualizada -y sin agotar la temática- de muchas de las más emblemáticas letras cantadas tradicionalmente en el arte flamenco, que merecen ser conocidas además de por la tradición que encierran, por su calidad literaria e incluso filosófica en virtud de los mensajes que transmiten.
La obra ha llegado al mercado tras las dos ediciones anteriores y con un cambio de editorial, tras aquella primera entrega, aunque a lo largo de las dos anteriores ha sabido conectar con todos aquellos lectores que más allá de su afición a este género musical se han mostrado interesados en la poesía y la literatura popular. Es uno de los objetivos declarados por los autores: recrear a los iniciados y atraer la curiosidad de nuevos lectores ajenos al flamenco y la literaturas. No en vano, sostienen que se trata de una poesía asequible y de fácil lectura, en línea con la naturaleza de los cantaores flamencos, que tradicionalmente han sido gente llana del pueblo, a veces prácticamente analfabetos. Ellos las convirtieron en cantes, siendo ésta la prueba irrefutable del carácter comprensible de sus mensajes y de su fácil conexión con el pueblo llano, a quien inicialmente se dirigía el flamenco hasta romper ese círculo ya entrado el siglo XX.
En todo caso, y como afirma uno de sus coautores, el poeta y profesor de literatura carmonense José Luis Rodríguez Ojeda, para facilitar la lectura del tomo y hacerlo más fácil y ameno, cada capítulo contiene una introducción explicativa, además de la letra en sí y el nombre de su autor cuando es de autoría conocida. Lo que por otra parte permite una lectura desordenada, esto es, ‘a sorbitos’ al permitir la apertura del tomo por cualquiera de sus 253 páginas para enfrentarse a la letra que apetezca o llame la atención del lector en un momento dado.
Otro valor añadido de esta obra revisada a los 26 años de su nacimiento obedece al deseo de sus tres autores de adaptarla a los cambios tecnológicos del momento, posibilitando a la vez que la lectura de tan meritorios textos literarios el nuevo cariz que adquieren a ser interpretados. De este modo y a propuesta del editor Manuel Ramos Ramos, se han grabado seis de estos cantes por cantaores y guitarristas de la actualidad, cuyos vídeos han sido subidos a la plataforma Vimeo, pudiéndose acceder a ellos a través del código QR que figura en el interior de cada capítulo. Así, desde los móviles inteligentes actuales basta con disponer de esa aplicación para poder acceder a ellos. Sin duda, un complemento ilustrativo de enorme atractivo.
En cuanto a la nueva revisión de la obra, se la ha dotado de entidad propia, por ejemplo en aspectos tan icónicos como el diseño, que corrió a cargo de Joserra Ramos, quien ha concebido su portada de una tonalidad azulina que armoniza de modo cerrado con el espíritu de su contenido. Un resultado muy del gusto de los tres autores a tenor de la temática, según sostiene Rodríguez Ojeda, y que sorprende en la portada con la imagen de los cuatro bustos de los autores más significativos de la recopilación, que son Demófilo, Federico García Lorca, Manuel Machado, Francisco Moreno Galván, dispuestos en forma de círculo en torno a una cantaora gitana de identidad desconocida, pero sobre cuya identificación se especula en los mentideros flamencos ante el misterio.
Letras de autores señeros de nuestra literatura
Las letras de los cantes recogidas en el volumen, así como las de los seis cantes interpretados para la ocasión pertenecen a autores señeros, fruto de una selección exhaustiva de los tres autores, desde Manuel Machado, de quien el propio Antonio Mairena cantó hasta una treintena de poemas, hasta el morisco Francisco Moreno Galván, paradigma del letrista flamenco de prestigio y sensibilidad indiscutibles como autor del siglo XX, gran conocedor al tiempo de las entrañas del flamenco para mayor redondeo de sus composiciones. Y desde ahí hasta Gustavo Adolfo Bécquer, Demófilo (padre de los Machado), Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Fernando Villalón, Rafael Alberti, Francisco Moreno Galván, e incluso Camilo José Cela, José Bergamín o Fernando Quiñones dentro de la nómina de autores que fueron capaces de producir unos poemas tan sencillos como condensados en su contenido que los flamencos acertaron a ver como materia para su cante.
En síntesis, una colección de versos de gran calidad que en la obra se suministran dosificadamente abordando los grandes temas de la vida, desde el amor hasta la muerte, las alegrías y las penas, e incluso las cuestiones más cotidianas, sin renunciar desde luego a los vinculados al mundo del trabajo y sus esfuerzos. Como «poesía de la experiencia» define este tipo de composiciones uno de los autores, Rodríguez Ojeda, quien asimismo destaca cómo a través de ellos y su forma de hablarnos de la vida, se nos acerca también a los estados sentimentales que ésta provoca tanto en el poeta como en el cantaor. Toda una riqueza que la obra aspira a poner en valor y acercar al público desde una óptica cultural. porque además, se trata de unas letras que afortunadamente todavía hoy se siguen interpretando.
Buscando el mejor cante para cada cantaor
Para la selección de cantes e intérpretes se han elegido por parte de los tres autores las letras más adecuadas y las voces y guitarras más idóneas. En lo tocante a las letras, el asunto se dirimió por parte de Blanco Garza, Rodríguez Ojeda y Robles en los años ochenta del siglo pasado cuando se juntaron para trabajar el asunto a través de numerosas reuniones en las que avanzaban poco aunque se lo pasaban muy bien. Algo parecido se ha hecho para seleccionar ahora las letras, intérpretes y guitarristas para grabarlos. Si bien en esta ocasión los aportes del guitarrista sevillano Eduardo Rebollar han sido definitivos para el resultado final más que interesante, tras el que se pueden disfrutar los cantes de Manuel Romero con martinete, toná y remate, José Parrondo por seguiriyas con la guitarra del estadounidense Alec Willis, dando la orientación mairenista a las grabaciones. Sigue Edu Hidalgo con la misma guitarra por soleá, Lidia Rodríguez haciendo unas malagueñas con Juan de los Reyes, la misma guitarra que acompaña al arahalense Antonio López en los caracoles que aporta; y finalmente, la joven Carmela entrega unos tangos junto al tocaor Lito Espinosa. Todo grabado en Artes Escénicas Rebollar, bajo la dirección artística de Eduardo Rebollar.
Reciente presentación aparejada a los actos de la Bienal
La obra, por la que inicialmente se interesó la editorial Signatura Editorial, y que ahora reedita Colibrí Ediciones en su nueva vida, es fruto de un proyecto inicial para la Junta de Andalucía que finalmente quedó frustrado; y viene presentándose con buena acogida ante el público. La última y reciente presentación ha sido en el contexto de los actos paralelos de la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla en su presente edición, el pasado día 5 a las 13:00 horas en el Palacio de los Marqueses de La Algaba. En todas ellas la presentación se hace ante el público incorporando a modo rotatorio a los propios artistas y guitarristas que grabaron los cantes para la ocasión. Y en esta última ocasión, junto a José Luis Rodríguez Ojeda estuvo Cristina Cruces hablando sobre Demófilo, el padre de los Machado, estando el cante protagonizado por Edu Hidalgo y la guitarra de Eduardo Rebollar.
La obra puede adquirirse en las librerías por existencias o encargo (de servicio rápido), y por internet en la página de la Editorial Colibrí: https://colibriediciones.es/